Starlink, el proveedor de internet satelital de Elon Musk, dio marcha atrás y aceptó bloquear su sitio de redes sociales X en Brasil, en un retiro parcial en la disputa entre el multimillonario y la Suprema Corte del país más grande de América Latina.

Starlink, una herramienta crucial para decenas de miles de brasileños en áreas remotas como la selva amazónica, anteriormente dijo que no cumpliría con una prohibición a nivel nacional de X, propiedad de Musk, calificando de “ilegal” la orden del juez de la Suprema Corte, Alexandre de Moraes.
 

El viernes pasado, Moraes ordenó a los reguladores prohibir el acceso a la plataforma de redes sociales en Brasil, después de que X se negó a cumplir con una fecha límite para designar un representante legal en el país, un requisito del código civil del país.

Musk antes cerró la oficina de X en Brasil en medio de una creciente disputa con Moraes por las solicitudes judiciales para eliminar cuentas aparentemente vinculadas a individuos y grupos de extrema derecha.

En una decisión polémica, Moraes también congeló la semana pasada las cuentas bancarias de Starlink en Brasil, al acusar a la compañía de ser parte de una “unidad económica de facto” con X.
 

Starlink es una subsidiaria de propiedad absoluta de SpaceX, en la que Musk es propietario de alrededor de 40 por ciento de las acciones, pero controla 79 por ciento de los derechos de voto.

El tribunal dijo que la decisión de congelar las cuentas de Starlink fue un intento de cobrar multas impuestas a X por no cumplir con las órdenes judiciales.

Después de que inicialmente se negó a prohibir el acceso a X, Starlink se enfrentó a la perspectiva de perder su licencia para operar en Brasil. Carlos Baigorri, director de Anatel, el regulador de telecomunicaciones del país sudamericano, dijo a los medios locales.

Starlink es la compañía más grande y exitosa de su tipo. Opera más de seis mil satélites de órbita baja que transmiten conectividad a internet a pequeñas antenas parabólicas, lo que permite el acceso a la red a comunidades a las que antes era difícil llegar, así como  aviones y barcos. Los satélites son lanzados por los cohetes reutilizables de SpaceX, otra tecnología espacial en la que Musk tiene casi un monopolio.

Mientras tanto, en Brasil, la prohibición de X ha dividido a la gente. Los políticos de derecha acusan a Moraes como un “autócrata” que pone en peligro las libertades del país, mientras que figuras de izquierda, incluido el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, respaldaron la prohibición como una importante declaración de soberanía brasileña.
 

“El sistema de justicia brasileño tal vez dio una importante señal de que el mundo no está obligado a soportar la actitud de extrema derecha de todo se vale de Musk, solo porque es rico”, dijo Lula da Silva esta semana.
Información adicional de Stephen Morris